El principio del año fue complicado, venía de ganar muchísimo en montaña y tenía que adaptarme a la carretera. Junto a esto en las primeras carreras no tuve suerte con las caídas y los pinchazos, pero tras ese mal comienzo en Huelma ya hice mi primer puesto entre los 10 primeros y a partir de ahí en todo lo que corrí en Andalucía acabé siempre entre los 10 primeros. La semana después de Huelma fue la Vuelta al Besaya, la mejor vuelta por etapas del mundo. Nada más terminar selectividad me monté en el coche y para Cantabria, la Vuelta al Besaya coincidía con la feria de mi pueblo pero, ¿qué es una feria comparado con correr en la mejor carrera del mundo?
Fue una experiencia única y creo que ha sido la carrera que más me ha hecho madurar, disfruté muchísimo en la última etapa que era la reina y subíamos 2 puertos de tercera categoría, uno de primera (Brenes) y otro de segunda (Collado de Cieza) y en la que hice una buena clasificación teniendo en cuenta que había mucho nivel.
Tras la Vuelta al Besaya vino el Circuito Cántabro, en Besaya vi que subiendo estaba con los mejores y salí en el Circuito Cántabro con la idea de meterme entre los mejores en esa vuelta, ya que yo cuantos más días de competición pasan mejor voy en relación a otros corredores. En la primera etapa me metí en la escapada buena del día, de no se por el mal entendimiento con algunos de la escapada la victoria de etapa hubiera estado allí, pero faltando 20 kms nos cogieron y aún así en el último puerto ataqué y me fui con otro corredor, pero la bajada tenía tramos casi llanos y por detrás se organizaron y nos cogieron, pero aún así había entrado en el primer grupo y ¿por qué no soñar con la general? La segunda etapa me tocó defender el puesto del día anterior, noté el cansancio de haber ido en la escapada pero aguanté bien. Lo malo fue por la tarde que me salió una contrarreloj pésima, era la primera vez que hacía una contrarreloj y me salió fatal. Ahí perdí toda opción de ganar la general, pero en la última etapa aguanté subiendo al grupo de los primeros. Sin la contrarreloj seguro que me habría metido entre los 15 o 10 primeros pero bueno también hay que aprender de los errores.
Tras el Circuito Cántabro corrimos en Trebujena con los sub-23, me encontré muy bien pero me dejé ver demasiado y cada vez que atacaba venían a por mí, no me dejaban ni 100 metros.
La semana siguiente corrimos en Extremadura y aún no sé en qué puesto exacto quedé porque la federación no puso las clasificaciones, pero estuve peleando con gente que semanas más tarde harían podium en el Campeonato de España.
Bollullos fue la prueba que vino luego e hice una buena carrera también, aunque me la jugué en el último km y llegué ya cansado al spring, pero aún así hice 7º.
Posteriormente vino la prueba de Cabra de nuevo junto a los sub- 23 y donde rocé la victoria pero al final tuve que conformarme con un 4º puesto.
Finalmente tocaba correr en las Escuelas, una de las carreras más duras del año y donde hice otro 4º puesto, lo que me valió para hacer el 7º en la general de la Copa Andalucía.
