El entrenamiento de hoy ha sido bastante tranquilo por zonas de rodar y en el cual nos hemos reído mucho, en el momento en el que salíamos seguro que muchos niños estarían abriendo sus regalos de reyes. Para mí cada día que salgo con la bici es un regalo, ya que puedo disfrutar de lo que más me gusta que es el ciclismo. Ya mañana empieza el instituto y me tendré que organizar el tiempo para poder estudiar y salir con la bici. Por lo tanto espero que comprendáis que no os podré escribir con tanta regularidad, pero prometo escribiros siempre que pueda.

El temporal se ha comido la mayor parte de un camino por el que pasamos.

Mi Polar sigue roto, ya mañana espero poder comprar otro.


Pedro Juan, mi padre y Jose María.
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